Renata Nela Tomezzoli
2 012
Rev. Asoc. Geol. Argent. vol.69 no.2 Buenos Aires jun. 2012
La zona de estudio está ubicada a lo largo del margen sudoccidental del Gondwana y abarca desde las Sierras Australes hasta el Bloque de San Rafael y el Macizo Nordpatagónico. A partir de la integración de los datos obtenidos en trabajos de campo, estudios paleomagnéticos, de anisotropía de susceptibilidad magnética, e información obtenida por otros autores, se concluye en este trabajo que la deformación en esta región del Gondwana podría haber comenzado durante el Devónico Medio y se relacionaría con la colisión de Patagonia desde el sur y de Chilenia desde el oeste. Siendo que Chilenia y Patagonia habrían comenzado a colisionar con Gondwana al mismo tiempo, se plantea la posibilidad de que hayan sido parte de un mismo terreno alóctono a la deriva. Posteriormente, en el Carbonífero, colisionó desde el sur el Macizo del Deseado. La deformación post-colisional asociada a estos procesos habría continuado hasta el Pérmico, produciendo movimientos latitudinales, como parte del ajuste y acople final de los bloques continentales que configuraron la Pangea Triásica en conjunto con el núcleo cratónico principal del Gondwana.
The study area is located along the southwestern margin of Gondwana, ranging from Sierra de la Ventana (Sierras Australes) to the San Rafael Block and the North Patagonian Massif. From the integration of data from feld work, paleomagnetic studies, anisotropy of magnetic susceptibility, and information obtained by other authors in this paper is concluded that the deformation in this part of Gondwana may have begun during the Middle Devonian and would relate to the collision of Patagonia from the south and Chilenia from the west. Since Chilenia and Patagonia have begun to collide with Gondwana at the same time raises the possibility that they were part of the same allochthonous drif terrain. Later in the Carboniferous, from the south collided the Deseado Massif. The post-collisional deformation associated with these processes would have continued until the Permian, producing latitudinal movements as part of the adjustment and coupling of the terrains and plate tectonics that formed the Triassic Pangea.