El Bloque Oritupano-Leona (BOL) está localizado en la prolífera Subcuenca de Maturín perteneciente a la Cuenca Oriental de Venezuela en el flanco sur de la plataforma de antepaís cercana al Río Orinoco. A partir de la interpretación sísmica disponible, se reconoce un modelo estructural 3D relacionado sintectónicamente con la secuencia del Mioceno Inferior-Plioceno a partir de tres sistemas de fallas de crecimiento formadas por segmentos subordinados en el Mioceno Inferior (17,3 Ma), Mioceno Medio (15,35 Ma) y Mioceno Superior-Plioceno. El estilo estructural exhibe fallas normales de rumbo E-O inclinadas al Norte (fallamiento sintético) o al Sur en contrapendiente regional (fallamiento antitético) conformando pilares tectónicos y pliegues de arrastre asociados afectados por fallas transpresivas dextrales de rumbo NE-SO inclinadas al NO con extremos solapados por propagación lateral y vertical. Los fallamientos generan ambientes propicios para el acomodamiento de volúmenes sinsedimentarios con potencias variables entre los tramos intermedios y centrales de los segmentos de fallas que contienen los principales entrampamientos de los niveles de las formaciones Oficina y Merecure, responsables de los recursos hidrocarburíferos del BOL. Las morfologías estructurales se vinculan con un escenario transtensivo dextral relacionado con un levantamiento flexural durante los tiempos Oligoceno-Mioceno por la traslación oriental de la placa Caribe a lo largo del límite septentrional de la placa Sudamérica. El presente análisis aporta criterios estructurales que contribuyen con la definición de estrategias para la exploración y desarrollo de objetivos exploratorios remanentes.

Las principales características sismológicas de la región Chacopampeana permiten diferenciar un clúster de sismos someros de baja intensidad vinculados a una reactivación transpresional intracortical del Lineamiento Transbrasiliano (LTB), y otro clúster de sismos muy profundos y mayor intensidad dispuestos submeridianalmente en las provincias de Santiago del Estero, Chaco y Formosa asociados con las expresiones más distales de la subducción de la placa de Nazca. La coincidencia espacial del reciente terremoto del 31 mayo del 2022 a las 0:57:06 (UTC) con epicentro a 10 km en 24.761°S 58.211°W, con la traza del LTB sugiere su vinculación al facilitar la liberación de energía a partir de antiguos fallamientos tectónicos limitantes de bloques basamentales por una reactivación andina. El Lineamiento Transbrasiliano es una zona de sutura transcontinental de primer orden durante la consolidación del Gondwana Occidental previo a la apertura Atlántica, limitante de ambientes cratónicos de Brasil, Argentina y Paraguay y, en su continuación africana, bloques cratónicos de Benín, Togo y Argelia. En la región chacopampeana de Paraguay y Argentina se asocia con la convergencia transpresional dextral cratónica de los bloques Rodinia y Rio de la Plata donde la extensa cubierta sedimentaria meso-cenozoica impide su expresión en superficie. Sin embargo, es posible interpretarlo en el subsuelo a partir de los escasos relevamientos geofísicos disponibles (relevamientos 2D de reflexión sísmica, magnetotelúricos y gravimétricos).

El presente trabajo se enfoca en la caracterización morfológica, textural y composicional de ciertas geoformas lineales reconocidas en el oeste y centro del Bolsón de Fiambalá, oeste de la provincia de Catamarca (Argentina), sobre las barrancas del río Apocango. Estas geoformas son levemente asimétricas a simétricas, con crestas redondeadas, de pocos metros de altura (entre 0,3 y 3,5 m) y varios metros de ancho (desde 8 a 14,5 m). Poseen crestas rectas a levemente sinuosas de dirección NE-E a SO-O y se disponen como cuerpos aislados. La cobertura superficial presenta una distribución de frecuencias bimodal con una moda principal en guija mediana a gruesa (-4,5 a -3,5 ?) y una secundaria en arena fina (2,5 ?). Los clastos gravosos son subredondeados, con esfericidad moderada y formas predominantemente esférico-proladas. El análisis de fotografías de alta resolución de la cobertura muestra un empaquetamiento abierto a moderado (44,49 - 58,60% de clastos). A partir de un perfil transversal, se advirtió que internamente se constituyen de arena fina a mediana (X: 2,66 - 1,31 ?). Las gravas consisten principalmente de clastos de origen sedimentario de color verde (22,92 - 32,72%) seguidos por los volcánicos ácidos (15 - 21,49%), sedimentitas moradas (13,72 - 17,04%) y volcánicos básicos (10,60 - 17,78%) e intermedios (9,74 - 12,93%); clasificándose como gravas líticas. La fracción arenosa se compone de fragmentos líticos (35,71 - 47,51), seguidos por cuarzo (23,59 - 37,92%) y feldespatos (19,80 - 32,76%); por lo tanto, las muestras se clasifican como litoarenitas feldespáticas. De los fragmentos líticos, los volcánicos (27,41 - 37,70%) predominan, siendo los de composición ácida (20,06 - 31, 15%) los más representados. Se interpreta a la cubierta más gruesa y de empaquetamiento abierto a moderado como un pavimento del desierto poco evolucionado. La composición de los depósitos sugiere que el aporte principal del material gravoso como arenoso proviene del oeste (Sistema de Famatina) congruente con el área fuente del sistema aluvial del Apocango y las direcciones de viento preferenciales que transportan el material del SO-OSO al NNE-NE. La morfología redondeada, crestas rectas a ligeramente sinuosas y disposición paralela a la dirección principal de transporte del material (resultant drift direction) concuerdan con las características de dunas lineales moderada a altamente deflacionadas. Respecto a su origen, inicialmente en el área predominó la sedimentación eólica de dunas lineales asociadas con la migración de óndulas eólicas. En una segunda etapa, prevaleció la deflación, quedando preservados solo los sedimentos finos en zonas protegidas, probablemente relacionadas a márgenes de pequeños canales secundarios o cárcavas. En esta etapa, la deflación activa produjo la modificación de la morfología original de las dunas lineales y generó los pavimentos del desierto poco evolucionados. Esto estabilizó las dunas, formando una capa protectora, haciéndolas inmóviles.

Se analizó la distribución de Haentzschelinia ottoi (Geinitz) en los afloramientos de la Formación Lajas (Jurásico Medio) de la locali-dad de arroyo Carreri en la cuenca Neuquina. Se consideraron más de 200 ejemplares y su relación con las facies y con otras trazas fósiles, se determinaron los índices de icnofábrica (ii) y de bioturbación sobre el plano de estratificación (bpbi). H. ottoi aparece en facies de frente deltaico dominado por acción fluvial (FA2) y en facies de frente deltaico dominado por acción fluvial con influencia de mareas (FA3). En general, las trazas fósiles corresponden a depositívoros (H. ottoi, Planolites, ?Taenidium, ?Parahaentzschelinia), indicando el desarrollo de una icnofacies de Cruziana empobrecida. En particular H. ottoi aparece formando asociaciones monoic-noespecíficas con ii/bpbi = 2-3 (en FA2 y FA3) o asociaciones con otras trazas de depositívoros con ii/bpbi = 3-4 (solo en FA3). El desarrollo de una u otra se deberían a variaciones en la descarga de sedimento y a diferencias de salinidad. Las asociaciones con mayor diversidad y ii/bpbi = 3-4 estarían favorecidas por un aumento en la salinidad bajo la influencia de las mareas y tiempo suficiente para la colonización del sustrato por otros depositívoros. Baja salinidad o frecuentes descargas de sedimento habrían dado origen a asociaciones monoicnoespecíficas de H. ottoi.